Cada persona reacciona de manera distinta ante Reiki. Dado que funciona donde el receptor más lo necesita, no puede decirse que exista una regla general. Lo más común que se experimenta durante el tratamiento es una sensación de paz y relajación, a menudo combinada con un placentero sentimiento de seguridad y de hallarse envuelto por una tenue onda de energía. Pero incluso esto no se experimenta todas las veces. Lo que puede decirse con precisión, no obstante, es que Reiki actúa holísticamente.
Cuando tratamos a alguien con Reiki, lo hacemos extendiendo suavemente nuestras manos sobre las diversas partes del cuerpo con los dedos completamente juntos. Pronto sentimos una especie de sensación fluctuante, a menudo combinada con una sensación de calor, que puede incrementarse o volverse bastante fría.
El paciente puede sentir ese fluir igual que nosotros, así como la sensación de caliente o frío. En algunas ocasiones, también sentirá calor en partes del cuerpo distintas de las que nosotros sentimos, o lo que experimenta como calor es frío para nosotros.
La mayoría de los receptores de Reiki comienza a relajarse durante el tratamiento, y hasta puede quedarse dormido, pero eso no producirá diferencia alguna en los efectos del tratamiento. En otras ocasiones, experiencias antiguas y no resueltas pueden volverse conscientes nuevamente. Puede producirse una descarga de emociones, las lágrimas pueden fluir o en cambio puede surgir una risa de alivio. Se conocen también experiencias de fuerte intensidad visual, sobre todo en personas que practican algún tipo de meditación. También es posible que una serie de tratamientos produzca la disolución de barreras internas que han bloqueado el crecimiento holístico.
Ni bien posamos nuestras manos sobre el cuerpo del paciente a fin de1 ligarlo con la energía Reiki, ello no lo afectará apenas en el plano material sino que lo involucrará en la totalidad de mente, cuerpo y espíritu.
Reiki nos conducirá a un decisivo paso cercano a un estado original de orden. La energía Reiki no puede explicarse basándose en nuestros corrientes parámetros del pensamiento terapéutico. Cuando alguien es tratado con Reiki, es llevado de regreso a un estado de unificación con la armonía del universo. Esta armonía, que es capaz de llegar hasta la menor de sus células, lo vuelve íntegro y saludable nuevamente, impulsando así la capacidad natural del paciente para sanarse a sí mismo
Reiki nos lleva de regreso a un estado de integridad en el sentido más amplio de la palabra. Después de algunos tratamientos Reiki, frecuentemente sucede que los pacientes se ponen en contacto con nuevas ideas. Algunos comienzan a practicar yoga, tratamientos autógenos, comienzan a meditar o a practicar algún tipo de método espiritual. Otros leen libros sobre el pensamiento positivo o incluso se entrenan para convertirse en practicantes Reiki ellos mismos. Algunos pacientes se vuelven conscientes de problemas que estuvieron reprimidos durante mucho tiempo y encuentran soluciones para ellos. No resulta raro que la persona también encuentre el coraje para dar ciertos nuevos pasos o desarrolle el deseo de cambiar algo en su vida. Es muy recomendable estimular a nuestros pacientes para que sigan esos impulsos positivos.
Cuando comienza a trabajar con Reiki notará que los efectos del tratamiento pueden diferir de lo que han sido sus expectativas. Reiki posee una "lógica" propia, sabe donde y hasta que punto se lo requiere. Por esta razón, no es necesario realizar un diagnóstico antes del tratamiento, un hecho que nos libra de no pocos errores. Reiteradamente los pacientes vienen quejándose de algo solo para descubrir después del tratamiento que han recibido ayuda para otras cosas, que estaban en un orden prioritario en el orden holístico de sanación.
Los efectos que Reiki puede generar:
- Sustenta la capacidad natural del cuerpo para sanarse a sí mismo.
- Vitaliza tanto el cuerpo como al alma.
- Restablece el equilibro espiritual y el bienestar mental.
- Funciona principalmente sobre los niveles: físico, mental, emocional y espiritual.
- Equilibra las energías del cuerpo.
- Afloja la energía bloqueada y promueve un estado de relajamiento total.
- Limpia el cuerpo de toxinas.
- Se ajusta por si mismo a las necesidades del receptor.
- Funciona, entre otras muchas cosas, con animales y plantas.
- Es un método de sanación intensamente agradable y holístico.
Reiki jamás puede producir algún tipo de daño, puesto que sólo fluye en las cantidades requeridas por el receptor.
El tratamiento con Reiki puede dar como resultado la aparición de un leve o más notorio síntoma de desintoxicación en el plano físico. Estos síntomas deben considerarse como una vía de autorregulación biológicamente sensible. Generalmente toma la forma de una incrementada evacuación de intestinos y riñones, y una incentivada secreción mucosa en los canales respiratorios superiores, acompañada por un ardor lacrimoso de los ojos.
También puede suceder que los oídos y la piel exuden una creciente cantidad de toxinas y residuos. También es posible un breve ataque de fiebre o un retorno temporario a enfermedades anteriores. Estos sucesos deben considerarse como un medio valioso de recuperar la salud corporal y no como un resurgimiento de la enfermedad, ya que constituyen un mecanismo absolutamente natural de limpieza. Estas reacciones duran poco tiempo y el paciente siente una mejoría al respecto.
Al aplicar Reiki a otros, usted mismo será purificado más y más, volviéndose íntegro y saludable. Cada cual advertirá que dentro de uno la confianza irá desarrollándose lentamente, confianza en una sabiduría y una potencia que permanecerá su vida entera. Tendrá lugar un nuevo desarrollo, que le llevará a un estado consciente de unión con el universo y un profundo sentimiento de amor.
Cuando tratamos a alguien con Reiki, lo hacemos extendiendo suavemente nuestras manos sobre las diversas partes del cuerpo con los dedos completamente juntos. Pronto sentimos una especie de sensación fluctuante, a menudo combinada con una sensación de calor, que puede incrementarse o volverse bastante fría.
El paciente puede sentir ese fluir igual que nosotros, así como la sensación de caliente o frío. En algunas ocasiones, también sentirá calor en partes del cuerpo distintas de las que nosotros sentimos, o lo que experimenta como calor es frío para nosotros.
La mayoría de los receptores de Reiki comienza a relajarse durante el tratamiento, y hasta puede quedarse dormido, pero eso no producirá diferencia alguna en los efectos del tratamiento. En otras ocasiones, experiencias antiguas y no resueltas pueden volverse conscientes nuevamente. Puede producirse una descarga de emociones, las lágrimas pueden fluir o en cambio puede surgir una risa de alivio. Se conocen también experiencias de fuerte intensidad visual, sobre todo en personas que practican algún tipo de meditación. También es posible que una serie de tratamientos produzca la disolución de barreras internas que han bloqueado el crecimiento holístico.
Ni bien posamos nuestras manos sobre el cuerpo del paciente a fin de1 ligarlo con la energía Reiki, ello no lo afectará apenas en el plano material sino que lo involucrará en la totalidad de mente, cuerpo y espíritu.
Reiki nos conducirá a un decisivo paso cercano a un estado original de orden. La energía Reiki no puede explicarse basándose en nuestros corrientes parámetros del pensamiento terapéutico. Cuando alguien es tratado con Reiki, es llevado de regreso a un estado de unificación con la armonía del universo. Esta armonía, que es capaz de llegar hasta la menor de sus células, lo vuelve íntegro y saludable nuevamente, impulsando así la capacidad natural del paciente para sanarse a sí mismo
Reiki nos lleva de regreso a un estado de integridad en el sentido más amplio de la palabra. Después de algunos tratamientos Reiki, frecuentemente sucede que los pacientes se ponen en contacto con nuevas ideas. Algunos comienzan a practicar yoga, tratamientos autógenos, comienzan a meditar o a practicar algún tipo de método espiritual. Otros leen libros sobre el pensamiento positivo o incluso se entrenan para convertirse en practicantes Reiki ellos mismos. Algunos pacientes se vuelven conscientes de problemas que estuvieron reprimidos durante mucho tiempo y encuentran soluciones para ellos. No resulta raro que la persona también encuentre el coraje para dar ciertos nuevos pasos o desarrolle el deseo de cambiar algo en su vida. Es muy recomendable estimular a nuestros pacientes para que sigan esos impulsos positivos.
Cuando comienza a trabajar con Reiki notará que los efectos del tratamiento pueden diferir de lo que han sido sus expectativas. Reiki posee una "lógica" propia, sabe donde y hasta que punto se lo requiere. Por esta razón, no es necesario realizar un diagnóstico antes del tratamiento, un hecho que nos libra de no pocos errores. Reiteradamente los pacientes vienen quejándose de algo solo para descubrir después del tratamiento que han recibido ayuda para otras cosas, que estaban en un orden prioritario en el orden holístico de sanación.
Los efectos que Reiki puede generar:
- Sustenta la capacidad natural del cuerpo para sanarse a sí mismo.
- Vitaliza tanto el cuerpo como al alma.
- Restablece el equilibro espiritual y el bienestar mental.
- Funciona principalmente sobre los niveles: físico, mental, emocional y espiritual.
- Equilibra las energías del cuerpo.
- Afloja la energía bloqueada y promueve un estado de relajamiento total.
- Limpia el cuerpo de toxinas.
- Se ajusta por si mismo a las necesidades del receptor.
- Funciona, entre otras muchas cosas, con animales y plantas.
- Es un método de sanación intensamente agradable y holístico.
Reiki jamás puede producir algún tipo de daño, puesto que sólo fluye en las cantidades requeridas por el receptor.
El tratamiento con Reiki puede dar como resultado la aparición de un leve o más notorio síntoma de desintoxicación en el plano físico. Estos síntomas deben considerarse como una vía de autorregulación biológicamente sensible. Generalmente toma la forma de una incrementada evacuación de intestinos y riñones, y una incentivada secreción mucosa en los canales respiratorios superiores, acompañada por un ardor lacrimoso de los ojos.
También puede suceder que los oídos y la piel exuden una creciente cantidad de toxinas y residuos. También es posible un breve ataque de fiebre o un retorno temporario a enfermedades anteriores. Estos sucesos deben considerarse como un medio valioso de recuperar la salud corporal y no como un resurgimiento de la enfermedad, ya que constituyen un mecanismo absolutamente natural de limpieza. Estas reacciones duran poco tiempo y el paciente siente una mejoría al respecto.
Al aplicar Reiki a otros, usted mismo será purificado más y más, volviéndose íntegro y saludable. Cada cual advertirá que dentro de uno la confianza irá desarrollándose lentamente, confianza en una sabiduría y una potencia que permanecerá su vida entera. Tendrá lugar un nuevo desarrollo, que le llevará a un estado consciente de unión con el universo y un profundo sentimiento de amor.
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