REIKI o "fuerza universal de vida"

Como utilizar el Reiki:
El Reiki se utiliza a través de la imposición de las manos y de la meditación. El practicante del Reiki no busca dar su energía sino que, orienta su espíritu hacia la paz con el fin de ser un canal entre el cielo y la tierra y deja circular la energía vibratoria del Reiki hasta el receptor.
Será un momento privilegiado para la persona que recibirá una sesión de Reiki puesto que la energía va hacia donde se necesita para eliminar los bloqueos de las zonas que impiden el buen funcionamiento de la estructura energética del receptor. El practicante Reiki no transmite nada voluntariamente. De este modo, el practicante habrá aprendido a imponer las manos según un protocolo ancestral pasando a través de las principales “puertas energéticas”.
Todo practicante del Reiki es capaz de transmitir, sobre toda forma de vida, la energía que es la fuente necesaria a toda forma de vida.
El Reiki no es una técnica de magnetismo:
- El Reiki no es una técnica para llegar a ser un curandero.- El Reiki no es un don que recibimos de un “gurú”. - El Reiki no es una secta que nos enseña a pensar según un Maestro- El Reiki es complementario a la medicina occidental u otras ciencias de la salud como la osteopatía o la naturopatía.
Al practicar el Reiki no debemos pensar, debemos evitar decirnos “tengo un don, soy un curandero”. Debemos olvidar cuerpo y espíritu y dejar hacer a las capacidades que todos tenemos en nosotros mismos.
Cada uno debe despertar en sí mismo la capacidad necesaria par el equilibrio interior.
El practicante Reiki no llega a ser un curandero porque ha sido formado al Reiki. Aprende una manera de cambiar interiormente por sí mismo y ayudar otras personas a hacerlo. Es así que el practicante va a cambiar su manera de pensar y realizar las acciones oportunas en el momento oportuno. Este equilibrio esta dentro de cada uno de nosotros.
El practicante es un canal y sirve a la causa del equilibrio universal, sin escuchar los mensajes de su ego.
El enseñante Reiki esta a disposición de toda persona que recurre a él y acompaña a su alumno en su transformación interior. No ejerce ningún poder sobre los otros y debe trabajar sin dejarse llevar por la impulsividad.